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Puestos a reprimir y meter miedo, ¿a quién más podrían darle autoridad para realizar detenciones en la calle?

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Nuevo miembro de las fuerzas de seguridad del Estado vigilando a manifestantes.

En un ejemplo de coherencia y de liberalismo puro y duro, el Partido Popular ha llegado al extremo de privatizar el miedo. Así es.Tal y como salía ayer a los medios, con la nueva Ley de Seguridad se posibilita a los integrantes de la seguridad privada (seguratas) a realizar funciones que antes estaban reservadas a las Fuerzas de Seguridad del Estado. El vigilante del Alcampo podrá cachearte, pedirte documentación y detenerte. Se rumorea que la idea de que cualquiera te pueda cachear ha sido propuesta directamente por Mariano Rajoy, pero no vamos a entrar en cotilleos. Yendo un poco más allá, vemos que servicios como la vigilancia de cárceles y de esas infames cárceles para inmigrantes que son los CIE podrían pasar a la seguridad privada. Esto podría ser un dramático paso previo a la privatización de las cárceles (con los efectos devastadores que está comprobado que tiene en países como Estados Unidos). La seguridad como negocio. La represión y el miedo, como estrategia.

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Una vez más, y como siempre, desde el Mundo de Mañana queremos apoyar al gobierno con sugerencias e ideas para llegar de una manera más efectiva a sus objetivos. Un vigilante de seguridad no necesita ni un mes de formación (ni mucho menos oposiciones) para serlo, es por ello que vemos relativamente fácil ampliar el espectro propuesto por el ministro del Interior y buscar otros colectivos que también podrían ocuparse de que nadie proteste y todo el mundo se esté quietecito y callado en su casa. Como no queremos hacer este favor a la patria nosotros solos, una vez más os pedimos vuestra opinión a través de la Encuesta de la Semana para hacérsela llegar a las altas esferas. Así, la pregunta de esta semana no podría ser más clara: «puestos a reprimir y meter miedo, ¿a quién más podrían darle autoridad para realizar detenciones en la calle?».

¡Ale, seguro que se os ocurren más alternativas! ¡No dejéis de comentarlas! ¡Y votad, maldita sea!

«¡Llamen a la poesía!», de una vez, maldita sea…

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Nueva pastilla poética de regalo, y con esta van cuatro. Lo que parece que va a convertirse en una sana costumbre semanal esta vez llega en clave reivindicativa y necesaria. Frente a la Ley Anti 15M y una policía cada vez más blindada y reforzada, no nos queda otra que llamar, a voz en grito, a la poesía. Convocarla como a un sortilegio que nos saque de este adormecimiento colectivo y nos dé alas y brazos. Poesía como la de Neruda o la de Alberti, versos como los de Gioconda Belli que nos arranquen de este sueño y transformen con contundencia este sistema caduco, obtuso y represor.

¡Hay que integrar el Cuerpo Nacional de Poesía! ¡Poetas del mundo, despierten!

¡Que alguien llame a la poesía!

Puestos a ser estrictos, ¿qué le queda ya por multar al Ministerio del Interior? #LeyAnti15M

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Gracias a la Ley deSeguridad Ciudadana esto estará prohibido… sacar la foto, queremos decir.

En un nuevo esfuerzo de este revival de ‘Cuéntame…’ que es el gobierno del Partido Popular, hoy hemos amanecido con la sorprendente reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana. Demostrando que el más difícil todavía será mañana, señora, ha trascendido a los medios la lista de algunas de las nuevas multas que recoge este proyecto legal. Entre otras encontramos que fotografiar a un policía «en el ejercicio de su profesión», realizar una concentración no comunicada, escalar como acto de protesta o insultar a un policía, en cualquier circunstancia, serán acciones multadas con cantidades que rondan los 30.000 euros. Así es, amigos, treinta mil euros por insultar a un policía, que es que los hay que son muy maleducados.

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Listado con algunas de las nuevas multas.

Para ponérselo fácil una vez más a las instituciones, y viendo que, puestos  a ser estrictos, mejor serlo del todo, desde el Mundo de Mañana ofrecemos una lista de ideas con nuevas multas que, sin lugar a dudas, dejarán mucho más tranquilos a nuestros gobernantes frente a cualquier intento de expresar el descontento. Que ya está la cosa muy mal como para encima que se nos note. ¡Faltaría más! El formato, como no podía ser de otra manera, es a través de la esperada con ansia cada siete días Encuesta de la Semana. Así podremos dilucidar, de entre todas, cuál es la que más se acerca a las preocupaciones de nuestros lectores. Dicho esto, y para completar la que ya se ha denominado, no sin sospechas justificadas, «Ley Anti 15M», ¿qué le queda ya por multar al Ministerio del Interior?

¡No sean tímidos! ¡Voten, voten!

Entrevista a Adolfo Luján, fotoperiodista detenido en su domicilio.

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Imagen de la cobertura de una manifestación por Adolfo Luján.

Lo contábamos y lo denunciábamos el pasado mes de mayo. Dos fotoperiodistas, Adolfo Luján y Raúl Capín, eran detenidos en sus respectivos domicilios y encerrados durante 32 horas a causa de su actividad informativa. Ha sido uno de los atentados a la libertad de expresión más grandes que se han vivido en nuestro país en los últimos meses. En su día nos hicimos eco de la indignación que la noticia generó. Hoy el Mundo de Mañana tiene el honor de abrir las puertas de su Salón de Invitados a Adolfo Luján para charlar con él y que nos cuente su visión de los hechos. Sus palabras son toda una invitación a la movilización por la justicia y la libertad. Desde esta página queremos expresarle una vez más nuestro agradecimiento por su apertura, sinceridad y cercanía.

P. ¿Cómo has vivido todo el proceso de tu detención, el encierro…? ¿Esperabas que te fuera a pasar?

Ya intuíamos que los informadores ‘libres’ estábamos en el punto de mira de algunas instituciones que les es molesta nuestra labor y que parece quieren que haya los mínimos testigos posibles en la calle, pero lo que no nos esperábamos es la forma de actuar, la manera en que nos detuvieron, los cargos que se inventaron para hacer creíble esta detención; esperándonos con policía secreta encapuchada en la puerta de casa, y teniéndonos 32 horas privados de libertad por unos supuestos delitos en los que lo normal es enviar una notificación para presentarse en el juzgado un día concreto. De la forma de localizarnos y de detenernos se puede deducir que nos han estado investigando durante algún tiempo, ya que conocían nuestras viviendas, nuestras costumbres y horarios.

P. ¿En qué situación te deja esta detención? ¿Cuáles son los siguientes pasos judiciales? ¿Crees que vas a poder seguir haciendo tu trabajo con libertad?

Actualmente estamos a la espera de que el juzgado nos llame, por el momento lo único que hemos podido hacer es conseguir los autos para ver realmente de que delitos se nos acusa, parece que lo importante era la detención y meter el ‘miedo en el cuerpo’ a todos los informadores que no pueden controlar, ahora ya no hay prisa y el proceso será lento según nos avisan los abogados. Nosotros seguimos realizando nuestro trabajo de informar igual que siempre, incluso más reforzados tras las detenciones. No he notado un especial cambio de actitud de los agentes, las identificaciones a prensa continúan y las trabas a realizar tu labor de informar son la constante al igual que en estos últimos meses.

P. ¿Hay posibilidades de que se confirme vuestra condena? ¿Qué pasaría entonces?

Nos dicen los abogados después de haber visto el auto donde se relatan las acusaciones contra nosotros, que lo más probable es que se archive y que no llegue ni a juicio. Evidentemente no se aporta ninguna prueba de los supuestos delitos de los que se nos acusa, ya que no existen, y solo se basan en las declaraciones de algún agente de la policía que se infiltra en las manifestaciones.

P. Tras la acusación que hacen contra ti de lanzar calumnias, ¿en qué lugar queda la libertad de expresión en nuestro país?

Una de las acusaciones que me imputan es la de calumnias por hacer publicas unas fotografías de “supuesta policía” de paisano intentando detener un joven durante el 25A, estas fotografías están acompañadas por un texto en las que relato las circunstancias en que se produjeron, en las que indico los acciones que hacen estos “supuestos policías”, y digo lo de supuestos ya que no se identificaron como tal en ningún momento. El derecho de libertad de expresión ha sufrido un retroceso muy importante desde hace unos años en adelante, donde las autoridades parecen intentar controlar la información que le llega al ciudadano, por eso intentan callar las bocas que son testigos de los desmanes que se están produciendo por parte de las autoridades hacia los ciudadanos.

P. Los propios policías se autoinculpan con la denuncia que os hacen…

No creo que se autoinculpen, lo que queda ya de manifiesto y que es innegable es que están infiltrados cuando se producen los incidentes entre la gente que participa en esos incidentes, tal y como se demostró el 25S con aquel mítico “¡¡¡Que soy compañero, coño!!!” y como también se pudo comprobar el 23F y el 25A.

P. Tras la detención, ¿habéis notado el apoyo de la calle?

Sí, y es de agradecer ya que nos anima a seguir en la calle informando. Hemos recibido un gran apoyo de la gente que se manifiesta, que participa en desahucios. Hay cada vez más consciencia que el informador no es el enemigo y que es más imprescindible que nunca, ya que da fe de los desmanes que sufren por parte de las autoridades durante las reivindicaciones.

P. ¿Estáis notando respuesta ciudadana? ¿Qué haría falta para movilizar a la gente ante este y otros asuntos?

La gente esta cada vez mas concienciada con los problemas sociales, con la represión, con la perdida de derechos y la destrucción del llamado “estado del bienestar”, pero esta concienciación no termina de convertirse en un verdadero enfado y sacar a la gran mayoría a la calle a expresar su rechazo a estas políticas que están llevando a gran parte de los ciudadanos a la miseria. La verdad que es casi sorprendente que con todas las políticas de recortes y los casos de corrupción destapados recientemente la gente no salga a la calle, no se la receta para movilizar a la mayoría social pero tal vez habría que exigir a los sindicatos, partidos en la oposición y demás agentes sociales, una mayor intensidad contra estas políticas neoliberales, ya que a veces da la sensación algunos de estos grupos conviven o se benefician de estas políticas cuando deberían estar en contra.

P. ¿Os habéis sentido amenazados después de las detenciones?

La verdad es que no mucho más que antes de nuestra detención, las trabas de las autoridades a la labor de informar ya viene siendo una práctica habitual en cualquier acontecimiento donde se critique las políticas neoliberales del gobierno o se intenten defender los derechos sociales como el derecho a la vivienda, a la sanidad o a la educación.

P. ¿Cómo vives que te señalen desde determinados medios de comunicación?

Tampoco me siento personalmente señalado, ni le doy mucha importancia, lo que si me molesta es la campaña de ataque y desprestigio de ciertos periódicos que en convivencia con la policía y la Delegación de Gobierno se han prestado ha publicar informaciones facilitadas por estos segundos sin corroborarlas y dándoles una presunción de veracidad que se esta comprobando que no tienen. Tampoco es una sorpresa que hayan sido estos periódicos y no otros los que hicieran de portavoces a la campaña de desprestigio hacia los informadores que no comulgan con las actuales políticas neoliberales, ya que estos periódicos ya sabemos que muchas veces actúan como altavoces del gobierno de turno.

P. ¿Qué crees que hubiera pasado si una detención como la vuestra se hubiera dado en alguno de los países criticados por el sistema, tales como Venezuela, Ecuador o Cuba? ¿Hubiera tenido más repercusión?

La verdad es que sí, lamentablemente creo que si esto llega a pasar en alguno de estos países probablemente los principales medios de comunicación lo hubieran destacado dentro de sus noticias y les hubieran otorgado el beneficio de la duda a los informadores detenidos y no como han hecho aquí. Algunas agencias distribuyeron la noticia en la que directamente se nos negaba la presunción de inocencia.

P. ¿Está habiendo represión contra los medios de información alternativa?

Sí, sin duda, y se esta intensificando en los últimos tiempos. Basta con ver los últimos casos. Aparte del nuestro de detención y abusos hacia la prensa alternativa, tenemos los casos de las detenciones de Gorka Ramos, Juan Castromil, Ana García, Bertran Cazorla o Blasco de Avellaneda, y otra practica que últimamente parece que se esta poniendo de moda entre las fuerzas de seguridad del estado que es el borrar las fotos de las cámaras como le ocurrió recientemente a Olmo Calvo. Otra forma muy habitual también es la represión de baja intensidad, que consiste en acusar al informador de desobediencia o alguna falta leve con lo que le llega una multa de la Delegación de Gobierno. Para hacerse una idea de la represión basta con ver las cifras del año pasado con 53 periodistas heridos por agresiones policiales.

P. ¿Qué podemos hacer el resto de compañeros periodistas frente a esto?

Denunciar el acoso, las trabas que se ponen por parte de las autoridades al derecho a informar. No permanecer indiferentes ante estas agresiones ya que aunque parezca una frase hecha “hoy soy yo, pero mañana puede ser cualquiera”.

P. ¿Cómo hacer para que hechos de censura como vuestra detención no queden impunes?

Los informadores que habitualmente cubrimos las movilizaciones en la calle ya hemos tomado algunas medidas como la creación de una plataforma por la libertad de información, desde la que pretendemos denunciar el acoso y los intentos de censura que están sufriendo los informadores. Desde esta plataforma pretendemos visibilizar y dar a conocer los casos en los que se vulnera el derecho a informar y ser informados.

P. En este momento histórico que estamos viviendo ¿para qué sirve el periodismo?

El periodismo no debe perder su esencia, que a mi entender es hacer llegar una información veraz al ciudadano, no como sucede actualmente en la mayoría de grandes medios que se han convertido en portavoces de intereses económicos y/o políticos, o en simples maquinas de copia/pega de noticias sin corroborarlas. A mi juicio se debe volver a un periodismo mas de servicio a la ciudadanía, con información veraz, un periodismo social que sea capaz de ver reflejado en los medios los temas que realmente le  importan y preocupan al ciudadano.

P. ¿Qué opinas del chaleco para periodistas?

Aclarar primero que lo del famoso chaleco blanco es un acuerdo al que han llegado la FAPE y ANIGP-TV con la Delegación de Gobierno de Madrid. No es que si no pertenezcas a alguna de estas asociaciones no lo puedas tener, ellas son las que ‘gestionan’ a quien le dan o no el chaleco, pero claro si perteneces a una de ellas es mucho ‘más fácil’ de conseguir y si no perteneces a ellas es bastante difícil de conseguir. Personalmente me parece un intento de la Delegación de Gobierno de controlar la información en la calle cuando hay manifestaciones/concentraciones, un intento de destacar al informador ‘amigable’, al que la policía va a poder reconocer rápidamente y poder colocar en un determinado sitio (normalmente alejado de donde ocurren las cosas noticiables), sabiendo así en qué zona pueden llevar a cabo determinadas acciones y en las que no. El chaleco también me parece que es una excusa para eliminarse ese periodismo que le es incómodo a las instituciones, el periodismo que se mezcla con los manifestantes, que trabajan desde el interior de una manifestación y no al otro lado del cordón policial como lo hacen los grandes medios y que parece que es este punto de vista el que quieren que sea el único que se muestre. Yo no soy partidario de llevar el chaleco y ni lo he solicitado, ni lo voy hacer bajo el acuerdo de FAPE/ANIGP-TV con la Delegación de Gobierno, unas asociaciones privadas no pueden ‘decidir’ quién es informador o quién no.

P. ¿Es necesario el periodismo ciudadano? ¿para qué sirve a la sociedad?

El periodismo ciudadano es una pieza fundamental para la información, y más ahora en el que la mayoría de medios convencionales están condicionados por otros intereses. El ciudadano debe estar informado a la vez que informar de los hechos que crea relevantes. Como se ha puesto de manifiesto con las últimas movilizaciones sociales en nuestro país, del periodismo ciudadano nos han llegado imágenes, vídeos e informaciones que han sido de gran relevancia para ofrecer un fiel reflejo de lo que sucede en el día a día en la calle. Dentro de este periodismo ciudadano me gustaría destacar la labor de los informadores que utilizan el “streaming”, esta novedosa forma de informar permite a cualquier ciudadano que tenga un móvil retrasmitir en director los acontecimientos. Esta inmediatez de la información sin censuras de ningún tipo permite al ciudadano estar informado de primera mano y rápidamente, incluso interactuar con el informador, algo que los medios de comunicación convencionales no pueden ofrecer.

Contra la detención de los fotoperiodistas Raúl Capín y Adolfo Luján. #RaulLibertad #AdolfoLibertad

 

945004_491870787553019_156940203_nUna nueva vergüenza en nuestro país. Un nuevo atentado a los Derechos Humanos. Una nueva farsa que intenta, poco a poco, hacernos asumir la idea de la represión como necesaria para mantener el orden.

Dos fotoperiodistas, Raúl Capín y Adolfo Luján, han sido detenidos en sus domicilios por documentar la actividad de la policía en manifestaciones y escraches. Si esto hubiera ocurrido en cualquier país del «Eje del Mal» sería portada en todos nuestros medios como una flagrante injusticia. Como son de aquí, se duda (cuando no se condena, como ya han hecho los «compañeros» de las más rancia prensa de la caverna). No vaya a ser que empecemos a decir que la brutalidad de los psicokillers antidisturbios (no lo digo yo, lo dicen los test psicotécnicos que les hacen buscando a los más violentos y agresivos) es antidemocrática, va contra los Derechos Humanos y queda, siempre, bochornosamente impune.

Podéis encontrar toda la información muy bien explicada en este enlace. Desde el Mundo de Mañana expresamos nuestra más profunda repulsa a la detención de un periodista en el ejercicio de su profesión esté en la latitud que esté.

La bohemia era esto.

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«Yo me salvé del desastre renunciando al goce de hacer versos.» -‘Luces de bohemia’, Valle-Inclán-

 

valle_tengo-el-honor-de-no-ser-académico-723x1024La bohemia no era vivir en un ático en el barrio de Las Letras con una ventana que miraba al Sur. No era tampoco salir, quemar la noche, reflejar mi rostro borroso en mil cristales de mil escaparates a la luz de las farolas, como no lo era tampoco deambular entre versos, tinta y tantas mujeres. La bohemia no era llevar la sección de cultura de un periódico en Madrid, estar a la vez en todos los eventos, rodearme de escritores, poetisas, cocineros, escultores, periodistas y actrices, latir al mismo ritmo de la ciudad por las mismas venas y con la misma sangre. No, no consistía en esto la bohemia. No era, aunque lo pareciese, conspirar para cambiar el mundo en la barra desgastada de un tugurio de verjas cerradas, escuchar villancicos en garitos ocultos adornados por neones verdes y rosas, emocionarse cada noche con las mismas canciones frente al mismo piano y las mismas voces añejas. La búsqueda del hada verde en distintas latitudes y fronteras no era tampoco la bohemia.  La bohemia no era, en fin, la vida luminosa del que busca la bohemia en un tres cuartos y una larga bufanda granate. La bohemia del Madrid bohemio del Callejón del Gato, las Cuevas del Sésamo y las guiris, la de los bares siempre abiertos y las rondas en bucle, la de compinches y versos y sueños. No. La bohemia no era eso.

vilbopomLa bohemia era vivir en un piso angosto con goteras y humedades en Vallecas donde no puedes dar cuatro pasos seguidos y que por toda referencia literaria tiene el haber sido construído en 1927. La bohemia era no conseguir publicar cuatro malas crónicas por el Buey Apis de turno para poder ganar al menos veinte duros, malvender mis libros por tres cochinas pesetas, empeñar el abrigo, pasar frío. Era, y no me había dado cuenta, ser consciente de que «las letras no dan para comer. ¡Las letras son colorín, pingajo y hambre!«, gritar en las entrañas que «en España el mérito no se premia, se premia el robar y el ser sinvergüenza«,  luchar por mantener tus principios entre plato y plato de arroz. La bohemia era no resignarse, seguir llamándome pueblo a pesar de lo que opinen mis buenos amigos modernos, compañeros leales y clientes de buñolerías que ya sólo puedo mirar desde fuera. En esta España que tenemos hoy de hace cien años, la bohemia era contemplar con estupor cómo la polícia, «trope épico, soldados romanos, sombras de guardias«, revienta al pueblo, rompe los cristales de los humildes, genera drama en las calles. Era acabar en el calabozo por decir verdades y tener talento, querer instalar la guillotina eléctrica en la Puerta del Sol, gritar ¡Muera Maura! a pleno pulmón. Encontrarse con viejos conocidos que ahora son ministros, recalar en el café donde te invite a una copa un admirable amigo artista al que el éxito y los laureles le han sido generosos, comprobar cómo de cercanas están las miradas de cariño y admiración con las miradas de compasión; todo esto, y yo no lo sabía, todo esto era la bohemia.

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Abrir una vez más ‘Luces de bohemia’. Mirar a este Madrid absurdo, brillante y hambriento. Comprender. La bohemia era esto.

¡Muera Maura!

¡Llamen a la poesía!

La policía toma Radio Progreso a unas horas de la llegada del Relator de Libertad de Expresión de la OEA

El «tigre» Bonilla, jefe de policía de Honduras.

Amigos, me llega esta directamente desde Honduras donde las cosas no pintan nada bien para la libertad de expresión y la justicia. Muévanlo todo lo que crean conveniente para que la denuncia llegue cuanto más lejos mejor y que se sepa. Acompañemos a este pueblo admirable en su lucha contra la impunidad. ¡Basta ya!

 

¡Solidaridad con Radio Progreso!

A unas horas de que llegue al país el Relator de Libertad de Expresión de la OEA, policías rodean instalaciones de Radio Progreso e intimidan periodistas

Sandra Marybel Sánchez

Las instalaciones y el personal de Radio Progreso, fueron objeto la tarde de ayer y por más de dos horas, de una inusual vigilancia policial e intimidación a sus periodistas, luego que transmitieran un foro de análisis relacionado con la conflictiva situación en el Bajo Aguán, en el que participaron dirigentes campesinos del Muca y el Mocsam.

El personal de prensa de esa popular radioemisora, propiedad de la Compañía de Jesús, que en el pasado reciente ha sido objeto de similares acciones intimidatorias, informó que el foro de realidad nacional, donde se discutió el tema que irritó a la policía, es el mismo que viene realizando desde años atrás, el primer viernes de cada mes, junto al Equipo de Reflexión, investigación y Comunicación (ERIC), también de los Jesuitas.

Con la característica prepotencia e irracionalidad policial, se trasladaron de inmediato a las instalaciones de esta popular radioemisora, con una trayectoria de 55 años de servicios a los sectores más empobrecidos y vulnerables de todo el país. Llegaron abruptamente y con tono amenazante, preguntaron dónde estaban los campesinos, dónde los tenían, informando que ese era un operativo de rutina, ordenado por Juan Carlos “El Tigre” Bonilla, actual jefe de la policía Nacional.

La ignorancia sobre los recursos tecnológicos con que cuentan ahora los medios de comunicación electrónicas, impidió que se percataran que el mismo se realizaba desde la zona del conflicto, en transmisión directa desde una unidad móvil.

Se movilizaban en varias patrullas policiales, una de las cuales llevaba marcado el número 1737, y dos de los policías que ingresaron a la radio, portaban ficheros con los apellidos Guzmán y González. Ellos dijeron estar preocupados por lo delicado de la situación que se vive en el Bajo Aguán, porque es un asunto de seguridad nacional; como lo ha dicho varias veces tanto el mandatario Porfirio Lobo Sosa, sus ministros de Defensa y Seguridad, y el propio “Tigre Bonilla”

Radio Progreso, ubicada a muchísimos kilómetros del Bajo Aguán, goza de medidas cautelares otorgadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de Estados Americanos, porque el 28 de junio de 2009, mientras los periodistas informaban sobre el Golpe de Estado, un grupo de militares irrumpió en la estación radial para sacarla del aire, aunque minutos después, centenares de pobladores y pobladoras, abortaron la agresión al rodear las instalaciones de la radio y enfrentarse a pelotón militar.

Emisora que promueve y practica la democratización de la palabra y asegura con su programación, que sus micrófonos estén a ndisposición de todos los sectores de la población a la que llega; y es esa la razón por la cual fueron hasta el Bajo Aguán, para compartir a su audiencias la versión de ese conflicto, que no leen, ven, ni escucharán, en los medios comerciales.

¡Nuestra solidaridad con esa querida radioemisora y todo su personal!
¡Es hora de parar tanto abuso!

 

¡Hazte con el libro ‘Cuaderno de Bitácora’ de el Mundo de Mañana!

La cita del mes

"No hay nada más poderoso en el mundo que una idea a la que le ha llegado su tiempo".

-Víctor Hugo-

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